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Juventud: ¿la edad ideal?

La edad ideal... No creo que exista ninguna edad que pueda ser llamada como tal. Todas, la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, la madurez, la vejez... son bonitas y hay que disfrutarlas, pero todas tienen sus inconvenientes.
Es difícil imaginarse una edad ideal, porque somos siempre muy ambiciosos y caprichosos; hay veces en las que desearíamos ser niños para ser mimados un poco, otras en las que querríamos quedarnos para siempre en los 15 y ser eternamente jóvenes, y otras en las que te gustaría crecer de golpe para disfrutar de la maravillosa libertad que tienen los mayores de 18.

Hay mucha gente que piensa que la juventud es la edad ideal. Yo no lo veo así, porque también tiene sus desventajas: todavía no se es lo suficientemente mayor para muchas cosas, no se tiene tanta sensatez y se cometen errores, todavía se es pequeño y, en cierto modo, más indefenso o más desconocedor de los peligros de la vida...

Mi edad preferida es la juventud, es verdad, pero no veo bien esa obsesión por ella, ese empeño en vivir todos los días a tope, en quedar todos los días o ir todos los fines de semana a la discoteca. La juventud no es eterna, aunque ahora nos lo parezca, y cuando crezcas de golpe tendrás que sufrir las consecuencias de ese descontrol y de los tontos errores que cometiste en tus tiempos mozos, dejándote llevar por la euforia...
No estoy diciendo que no haya que divertirse. Al contrario; la juventud, como cualquier otra etapa de la vida, hay que disfrutarla, pero llevando una vida culta y sana, sin dejarse arrastrar por la enorme marea de adolescentes que sólo viven para la fiesta, el sexo, las drogas y los botellones.
Pero, ¿por qué nos dejamos arrastrar por eso? Pues por la emoción que producen las experiencias nuevas, por el hecho de que lo hacen también tus amigos, por el miedo a ser rechazado si no lo haces... Y, por otro lado, por la tolerancia de los padres o los gobiernos ante eventos como los botellones, las after parties (fiestas que continúan después de las fiestas, en otro local normalmente, y que pueden durar hasta bien entrada la madrugada)... Quizás deberían informarnos más sobre el peligro del tabaco, las drogas... Y, de paso, empezar a poner límites a algunos eventos, como macrobotellones y fiestas que se pasan de la raya y que además molestan al resto de la población. Como ejemplo pondré el conocido macrobotellón que se forma todos los años para celebrar "La fiesta de la Primavera", que suele empezar al mediodía y terminar sobre más de las tres de la madrugada y que consigue congregar, en ocasiones, a más de 20.000 jóvenes que ensucian las calles con toneladas de basura (50 fueron el año pasado). ¿No deberíamos ponerle freno a esto? Desde luego, no nos entendemos.



Como conclusión: yo creo que el espíritu de la juventud consiste en sentir que puedes con todo, en sentirte joven, no importa los años que tengas; ¿por qué no va a poder ser joven una persona de 85 años, si sigue siendo igual de activo, vivo y curioso que cualquier persona de nuestra edad? La clave no está en la edad, sino en la curiosidad; esa fuerza que te impulsa a descubrir qué hay detrás de las cosas más simples; quien la tenga, quien tenga un espíritu vivo e inquieto, en mi opinión, será joven toda la vida.




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