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Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo

Ya han llegado las vacaciones. Por fin llegan esos dos meses y medio para poder relajarse y no hacer nada. Malala ha estado algo más atareada.

Por si no os acordáis de ella... Malala es esa niña paquistaní de 16 años que recibió un disparo por parte de los talibanes por defender activamente el derecho a la educación. Desde entonces se ha convertido en una figura internacional, en un símbolo del derecho universal a la educación.

Ayer, 12 de julio, dio un discurso en el acto que celebró la ONU para celebrar su decimosexto cumpleaños. Además, esta fecha se ha declarado "Día de Malala".

"Pensaron que con las balas podrían silenciarnos, pero fracasaron". "El Día de Malala no es mi día, hoy es el día de todos y cada una de las mujeres, niñas y niños que se han atrevido a defender sus derechos".

El discurso fue simple y alentador, y Malala fue interrumpida varias veces por los aplausos de los asistentes. Aseguró que sigue siendo la misma Malala, con las mismas ambiciones, esperanzas y sueños, y por eso volvió a pedir "educación para todos".

"Los extremistas siguen teniendo miedo a los libros", dijo. También afirmó que no está en contra de nadie, ni siquiera de los talibanes en su país, y que incluso si tuviera una pistola y estuviera frente a la persona que le atacó, no dispararía. "Es algo que aprendí de Mahoma, el patrimonio que recibí de Martin Luther King y de Nelson Mandela, la filosofía de la no violencia que aprendí de Gandhi y la madre Teresa, el perdón que aprendí de mi padre y de mi madre".

"Tomemos los libros y las plumas porque son nuestras armas más poderosas. Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo".

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