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Galicia, tierra de fuego

Galicia, otra vez, está ardiendo. Se calcula que, en total, en este verano se han producido 7.600 incendios, que han devastado 15.743 hectáreas. Sin embargo, algunos lo ven como una buena noticia. Miguel Arias Cañete, el ministro de Medio Ambiente, ha calificado de "francamente eficaz" el balance de la campaña de incendios de este año en Galicia, alegando que "sólo" se ha perdido el 50 por ciento de la media de los últimos años.

Pese a estas "buenas noticias", Galicia sigue teniendo un serio problema con los incendios. Solamente el 21 de agosto se produjeron hasta 84 fuegos, y 106 el 11 de septiembre. La mayoría se avistaban y controlaban rápidamente, pero otros se extendían y resultaba muy difícil dominarlos.

El del Monte Pindo (en Costa da Morte), un paisaje pedregoso y único de la Red Natura, es uno de los mayores incendios que ha sufrido Galicia este verano. Las llamas han arrasado más de 2.400 hectáreas. Las autoridades no dudan de que el incendio ha ido intencionado. 

Galicia es una verdadera tierra de fuego; desde hace prácticamente 6.000 años, cuando los antiguos cazadores se hicieron ganaderos, se ha usado el fuego para devastar grandes áreas que dedicar al pastoreo.
Además, desde que en 1954 se prohibiera a los ganaderos llevar a pastar los rebaños al monte, la maleza se ha descontrolado. También, y desde hace tiempo, ya nadie se dedica a recoger la leña seca de los árboles, que poco a poco se va acumulando por todo el bosque y el campo. Todo el territorio, muy extenso pero mal distribuido, está sumamente descuidado.

Por eso, desde 1991, en sólo dos décadas, en Galicia se han registrado 188.070 incendios, que han calcinado en total más de 613.000 hectáreas. Segúnla Fiscalía de Medio Ambiente, el 70% de los incendios son provocados debido a negligencias, imprudencias o accidentes.

 El incendio del Monte Pindo ha supuesto la pérdida de muchos animales y plantas, en un espacio natural en el que se habían catalogado 640 especies de flora y fauna, medio centenar en peligro de extinción y algunas en riesgo crítico (como Iris boissieri, el lirio de monte). Algunos ejemplares de carballo enano, un árbol único en Galicia, han sobrevivido al fuego, pero la mayor parte de ellos han sido devorados por las llamas. Fins Eirexas, secretario ejecutivo del grupo ecologista Adega, explica que “hay que esperar a la primavera” para evaluar la magnitud de las pérdidas.


Éstas son fotos del incendio de Negreira, también de este verano, que ha quemado 519 hectáreas. La última es del estado de parte de Monte Pindo tras el incendio, ya extinguido. ¿De verdad vamos a permitir que pase esto todos los años?








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